En Hotelería, ser original no solo es una buena estrategia: es un imperativo competitivo.
Parece una verdad de perogrullo, pero es algo que no termina de ser aceptado en la práctica: para diferenciarse, hay que ser original. Esto es algo que no todos los hoteleros aplican en Argentina, y por eso terminan copiando las estrategias de los colegas.
No sólo esta practica es totalmente negativa para quien la hace, sino que al mismo tiempo termina en un mediano plazo, rompiendo el mercado.
Lo peor de todo es que quien copia estrategias se está perdiendo una única oportunidad de diferenciarse del resto y ser único. Y aquí es donde el término “imperativo competitivo” toma su mejor sentido: llamamos imperativo competitivo a aquella característica que hace que un hotel o proyecto sea único, diferente.
Por que entonces un hotel decide copiar la estrategia de otro? Tengo varias teorías al respecto:
- Por comodidad: es mas fácil y mas cómodo copiar o imitar lo que aparentemente le esta funcionando a la competencia.
- Por no quedarse afuera de algo que “esta aparentemente de moda”: pertenecer tiene sus privilegios, sentenciaba una vieja publicidad. Muchos hoteleros siguen pensando lo mismo, quizás es por esto que copian la estrategia que esta desarrollando aquel hotel al cual admira. Efectivamente, lo admira y casi me atrevo a decir que lo envidia. Envidia la originalidad y sobre todo, la creatividad de quienes están al frente de ese hotel.
- Por falta de capacidad y preparación: este caso, a diferencia de los otros dos, es reversible, ya que con un buen asesoramiento se puede revertir. No es un problema de actitud, como los otros dos casos.
En los tiempos que corren es cada vez mas necesario ser creativos e ingeniosos, y sobre todo, atreverse a ser diferentes para poder fidelizar clientes y captar nuevos.